Son gente muy rara, traidores y desagradecidos, pero puede entenderse por la tiranía a que se han visto sometidos tanto tiempo. Su suspicacia es extrema: si les apuntas con un rifle, se sienten amenazados. Tengo que hacerlo para evitar malentendidos, no sea que piensen que mis balas y mis bombas son una amenaza para ellos y se lo tomen a mal. Pero aunque no valoran el esfuerzo y sacrificio que hacemos por ellos, seguiremos aquí, garantizando que reciban nuestra ayuda, aunque confieso que cuando les ves así, gritando enfurecidos, de lo que te dan ganas es de liarte a balazos.
Jaume Guinot
Ciudadano del mundo
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